La Unidad Móvil de Ayuda Humanitaria de ADRA PERÚ (UMAH), es un semi remolque equipado con todo lo necesario para brindar soporte frente a una emergencia o una acción solidaria brindando agua, alimento y energía eléctrica.

Esta Unidad Móvil de la red de ADRA Sudamérica, existe en Argentina, Chile y Brasil con equipamientos personalizados, y es la única Unidad con estas características humanitarias en el Perú.

Este año con el apoyo del Programa Mundial de Alimentos (PMA) y con los fondos de la Colecta Pública Nacional: Auxiliatón, ADRA Perú logró realizar el proyecto “Caravana de Seguridad Alimentaria sobre ruedas” movilizando a la Unidad Móvil a los diferentes comedores y ollas populares de Pisco, Arequipa, Tacna y Cusco.

En lo que va del 2022 se benefició a 2,810 personas con 5,204 raciones de comidas, asimismo se capacitó a 553 líderes de comedores populares sobre prácticas de alimentación saludable y manipulación de alimentos. Además, se atendió a 91 comedores populares en los meses de julio a septiembre.

“El PMA ha sido un gran aliado ya que la logística de trasladar a la Unidad Móvil es muy costosa y no contamos con los recursos. El PMA por su especialización y por sus contactos nos abrió el camino para que seamos más eficaces y eficientes con la entrega de la ayuda humanitaria”, comentó el Administrador de Cartera de Proyectos y Servicios en GRD de ADRA PERÚ, PhD. Santos Guerrero Zárate.

La Unidad Móvil cuenta con un generador de energía eléctrica de 12 KV y un sistema de paneles solares de 5KV; además brinda alimentos, ya que cuenta con la capacidad necesaria para proveer cerca de 1,000 raciones de alimentos por día; brinda agua potable, ya que cuenta con un purificador con la capacidad de potabilizar hasta 20,000 litros de agua por día; y una sala de situación, la cual cuenta con un área de libre uso en caso de emergencia, donde se coordina la respuesta humanitaria.

Además, puede brindar energía durante un día a los hospitales o puestos de avanzada que realizan ayuda humanitaria, cabe mencionar que este tipo de atención nació frente a la necesidad visible de falta de agua y alimento durante el terremoto de Pisco en el 2017, gracias a los fondos de la Auxiliatón.